La primera borrachera del 2011 no necesita motivos, pero para esta teniamos uno mas que suficiente, y aunque fue por una mala noticia, no existe mejor noche que en la que tomas con tus mejores amigos...
en la mañana ya sabiamos que tan mal estaban las cosas, cuanto invierte una persona en un relacion? cuanto recibe a cambio? cuantas esperanzas? cuantos sueños? cuantas lagrimas?
no tenemos espera y no conocemos otro metodo de pasar el trago, asi que como siempre, ron viejo amigo, que nos acompañas en las celebraciones y nos da fuerza en las tristezas, que explica por que la vida es de esta forma una y mil veces......
nos preguntamos cada vez que vemos a esa persona si sera la persona indicada y no importa las decisiones que tomemos es una pregunta que nos perseguira por siempre con o sin esa persona...
no podemos pedir perdón, no podemos dar marcha atras, no podemos detener el tiempo, no podemos cambiar los hechos, el detalle que nunca llego, la flor que nunca le entregue, la noche que no la escuche, el dia que me enfade..
pero no todo es malo, la sonrisa que medio, el destello en su mirar, la ilusión que me lleno, la esperanza al hablar, la mano que me estrecho...
y un dia despertamos y todo ha pasado, pero queda algo, siempre queda algo que nos recuerda que el mundo debe seguir pero que nos ata al pasado....
regresamos al primer fin de semana de enero del 2011, dos botellas de ron, dos amigos se sientan como siempre a hablar de lo simple que es la vida y de la forma en la que la complicamos, de como echamos a perde las esperanzas, de como echamos a perder las historias, por que nos complicamos, por que ellas se complican, por que no entendemos o no nos entienden, por que es muy difícil aceptar lo que se siente....
es la madrugada y sin ron, decidimos salir, como siempre el irlandés nos espera, no nos negamos y continua nuestra noche, no es una noche de diversion, es una noche de ver atras y de sentir como la vida pasa y como disimularemos el dolor y de lo que nos espera este año!
el año chino del conejo!
P.D. Dedicado a la mala noticia de un amigo para el fin de semana de reyes.
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