jueves, 17 de marzo de 2011

De carnaval por Holanda - Parte II

Disfraces de todo tipo y color llenaban la plaza central. Una tarima donde se encontraba la representación de una familia real, la orquesta con una música muy particular holandesa y la gente en la verbena disfrutando el día de carnaval. Las latas de cerveza se pasaban de mano en mano ¡Familias completas disfrazadas!


Después de un rato y unas cuantas cervezas más, me sentía como en la fiesta de cualquier pueblo. Aunque la anfitriona seguía perdida, las caras nuevas con las que compartía eran variadas y nada aburridas.


Mientras Angie se esforzaba por solucionar los problemas del grupo, yo disfrutaba de la cerveza, gente disfrazada, música holandesa y gente nueva con quien compartir. Pero algo pasa cuando uno toma mucha cerveza...


Como se imaginarán, los bares estaban llenos de gente y uno debía consumir para utilizar el baño y, sin mas opciones y después de ver a un par de holandeses orinar en una pared, decidí hacerlo. Y no es que tenga algún tipo de prejuicio, pero en un capitulo de How I Met Your Mother a Barney Stinson lo mandaron a hacer trabajo social por orinar en la pared trasera de una iglesia(!) tampoco es que me generara mayor reparo y me tocó hacerlo dos ocasiones mas....

Llegada ya la noche, y tras las apariciones y desapariciones repentinas de Angie, el parche era ya mucho mas grande. ¡Dios! ¡Qué cantidad de colombianos en Holanda!! Ya la tarima estaba desocupada y no podríamos perder la oportunidad de pasar por ella un rato, a bailar una canción de la cual no podíamos llevar ni el ritmo...


Creo que sobre esa hora perdí la memoria de mi cámara -no pregunten cómo por que no lo tengo muy claro-, decidimos ir a algún bar del cual recuerdo la sonrisa de la chica de la barra porque no sé ni qué clase de música ponía, cosa que aún me pregunto.


Después de caminarnos todo el pueblo, llegamos al apartamento. Mientras estábamos hablando, escuchamos una voz fuerte que provenía de afuera. Era la española, que tenía unos cuantos tragos encima. Después de reírnos un rato tratando de comprender por qué tenia manchas negras en el rostro, decidió ir a su casa. Pero, en su estado, decidimos acompañarla. Angie en su pijama y su bici y yo caminado, requerimos de cierto empeño para conseguir que se acostara, pero después de un momento lo logramos. Regresar al apto sería otra experiencia no vivida desde hace tiempos. Montar en bici y llevar a Angie fue agradable. Tres de la mañana en un país desconocido con un frío impresionante, pedaleando al lado de un canal… Realmente fue un día diferente, en un país diferente con gente desconocida. Me hace sentir que vale la pena estar lejos de mi país, me hace sentir que tengo nuevos amigos, ¡Me hace sentir que puedo vivir muchas mas historias!


viernes, 11 de marzo de 2011

De carnaval por Holanda - Parte I


Iba contento y distraído. De repente , al llegar a una estación y ver que ya hacía dos horas estaba en el tren, note que estaba perdido. Estaba en la estación central de Róterdam y, según mi mapa mental, Breda quedaba hacia otro lado...cosa que confirmé al llamar a Angie...

En la estación de Róterdam y sin ninguna clase de estrés, me dispuse a esperar el tren de regreso a Breda. Ya se veía gente disfrazada dispuesta a ir a celebrar los carnavales del sur de Holanda. Decidí ir al vagón de arriba, encontrándome con una bienvenida inesperada. Todo el vagón dio un grito de saludo al cual respondí de la misma manera. Estaba lleno de holandeses y holandesas disfrazados y entrados en tragos. Acto seguido, y al verme la cara de turista, ¡Me ofrecieron cerveza! ¿Cómo podía negarme? ¡Estaba de viaje e iba para un carnaval!

Después de un rato de estar compartiendo cervezas con gente que jamás vería de nuevo en mi vida, veía como liaban y fumaban porros sin reparo alguno.... Después de preguntarme la nacionalidad y tras mi respuesta -de que era colombiano-, alguien gritó, IS COLOMBIAN! y el resto del vagón grito a destiempo COCAINE!! Alguien con un disfraz de Guy Fawkes acomodó una mesa, saco una tarjeta, una papeleta con un polvo blanco y enrolló un billete de 20€...

En 3 horas en Holanda ya podía saber que iba a ser una de los mejores viajes por Europa...

Ya estando en Breda esperando la llegada de Angie, tuve tiempo para detallar la importancia de las bicicletas en Holanda.
¡El parqueadero estaba tan lleno de bicicletas que más bien parecía un desguazadero!
Llegó Angie disfrazada de chica de los 60 del Rock and Roll, y comprendí que una máscara que llevaba no sería suficiente para tan magno evento... De camino al centro del pueblo, además de las decenas de personas disfrazadas tomando y fumando por todas las calles, se podía sentir la calma que se vivía en un pueblo holandés dejando atrás las prisas de una ciudad como Madrid.